En
ocasiones me ocurre en París que, andando por sus calles y con el itinerario
preparado, llego a un punto cualquiera y me sorprendo con algún monumento
que no había detectado mientras preparaba la ruta; es lo que me ocurrió con la fuente
de Molière.
En
el ángulo que forman las calles Molière y Richelieu originalmente estaba
emplazada la fuente Richelieu, que fue demolida en 1838 porque estorbaba a la
circulación. Tras la remodelación del lugar se decidió construir una nueva
fuente modificando ligeramente su ubicación original.
Joseph
Réginer, miembro de la Comédie Française, aprovechó esta oportunidad para enviar
una carta al Prefecto del Sena en la que solicitaba que en lugar de la figura
alegórica prevista para adornar la nueva fuente se situase una estatua dedicada
al dramaturgo Molière, fallecido en 1673 en el nº 40 de la calle Richelieu, a unos
50 m de la ubicación de la fuente.
La
fuente Molière se construyó en 1844. La estatua principal, dedicada al
dramaturgo, está hecha en bronce y lo representa sentado en el centro de un
pórtico imponente.
En
el frontón destaca un pequeño genio sentado sobre guirnaldas.
A cada lado del pedestal que sostiene la escultura de Molière, hay dos Musas, La Comédie sérieuse y La Comédie légère, que levantan los ojos hacia el padre de la Comédie Française. Ambas llevan un pergamino donde están escritas las obras del dramaturgo. En el nivel inferior, tres mascarones con cabeza de león vierten el agua en un cuenco semicircular.
CURIOSIDAD:
Esta
fue la primera suscripción pública nacional que se llevó a cabo en Francia para
un monumento dedicado a una figura no militar.
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