Este lugar, sin duda, rememora una fecha, el 14 de julio de 1789. En ese día, la fortaleza de la Bastilla fue tomada por el pueblo francés, y a partir de entonces el lugar es considerado como símbolo de la Revolución Francesa. La inmensa columna que preside esta plaza, nos puede llevar a pensar que dicho monumento hace homenaje a esa época; no es así. La columna se construyó entre los años 1835 y 1840 para conmemorar otra revolución, la de 1830, también conocida como Las Tres Gloriosas.
La Bastilla, era una fortaleza que se construyó entre los
años 1370 y 1383 bajo el reinado de Carlos V de Francia para defender la puerta
de San Antonio. Esta puerta, que se ubicaba en la salida este de la ciudad, por
la rue Saint-Antoine, formaba parte de la muralla que el rey había mandado
levantar en la orilla derecha del Sena. La finalidad de la fortaleza era
aumentar la seguridad en dicha zona, en la que se ubicaban algunas residencias
reales, entre ellas el Hôtel Saint-Pol, residencia real en aquel momento.
Reproducción de La Bastilla. Se encuentra expuesta en el museo Carnavalet de París. Los nombres de las torres están escritos en las almenas de la fortaleza
Su construcción fue progresiva.
Inicialmente se construyeron dos torres unidas por una muralla. Carlos VI,
sucesor de Carlos V, la amplió con cuatro torres más. La obra se dio por
concluida en 1553, durante el reinado de Enrique II; para entonces ya contaba
con ocho torres. Aunque las reformas y ampliaciones continuaron hasta 1634,
para estas fechas la Bastilla ya había dejado de ser una fortificación. La
ciudad de París había crecido sobrepasando los límites de la muralla, dejando
de tener sentido como tal. Francisco I, durante su reinado entre 1515-1547, la
utilizó como lugar de recepciones.
Durante el reinado de Luis XI, sirvió
ocasionalmente de cárcel a personajes tan ilustres como François de
Montmorency, Charles d'Angoulême o el príncipe de Condé. Pero fue el Cardenal
Richelieu (1585-1642), Primer Ministro de Luis XIII, quien la convirtió en
prisión de Estado. Durante muchos años fue el lugar a donde iban a parar los
desafortunados que, señalados por el rey mediante una lettre cachet, eran
encarcelados sin juicio previo.
Placa sobre un edificio de la plaza que marca donde estuvo emplazada la fortaleza de La Bastilla
Dependiendo si el prisionero pertenecía
a la aristocracia o al pueblo, la estancia en la Bastilla transcurría con más o
menos comodidad, todo en función de la cantidad de dinero que aportara el condenado. Disponía
además de varias mazmorras, de las cuales, una de ellas era una sala de tortura
donde iban a parar los prisioneros más conflictivos.
Declaración de los Derechos Humanos
A partir de 1784, el ministro de Finanzas de Luis XVI, Necker, se planteó destruirla por el alto coste de mantenimiento que suponía. La decisión fue tomada cuatro años más tarde, por eso, cuando tuvo lugar el asalto a la Bastilla el 14 de julio de 1789, solo contaba con siete prisioneros que fueron exhibidos de manera triunfal por París. Esta fecha quedó marcada en la historia de Francia como el final del poder absoluto de la monarquía y el comienzo de la Revolución Francesa. El 26 de agosto de 1789, la Asamblea Nacional Constituyente aprobó un documento que consistía en una Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.
Maqueta que se conserva en el museo Carnavalet de París
Días después de ocurridos los hechos,
comenzó la destrucción de la Bastilla a cargo de Pierre-François Palloy. Este contrató
un equipo de ochocientos hombres para llevar a cabo el derrumbe. Buena parte de
las piedras resultantes fueron utilizadas de nuevo en otras obras, como en la
del Puente de La Concordia. De igual manera, aprovechó la ocasión para producir
miniaturas de La Bastilla, que luego vendió como recuerdos. Cuando a finales de
1789 se creó la división departamental de Francia, fabricó maquetas del
edificio y regaló una reproducción a cada uno de los departamentos. En la
actualidad, se conservan siete ejemplares que se encuentran en diferentes
ciudades de Francia, una de ellas en el museo Carnavalet de París.
Columna de Julio, 1830
La columna que hoy vemos en la Plaza de
la Bastilla, se llama Columna de Julio. Fue construida entre 1835 y 1840. La
idea que ya se tuvo en 1790, de levantar una columna tras la destrucción de la
fortaleza se hizo realidad finalmente, pero para conmemorar una nueva
revolución, la de 1830. Para celebrar el primer aniversario, el 27 de julio de
1831 se colocó la primera piedra. Los trabajos comenzaron 1835, y aunque habían
sido encargados al arquitecto arquitecto Jean-Antoine Alavoine, fue Louis Duc
quien levantó la columna por la muerte del primero un año antes. Está inspirada
en la Columna de Trajano, en Roma.
Genio de La Libertad
Iluminación
nocturna
CURIOSIDADES:
- El "hombre de la máscara de hierro", cuya existencia está demostrada, estuvo prisionero en la Bastilla. Su identidad nunca se ha sabido, pero se tiene la certeza de que estuvo allí detenido durante décadas, hasta su muerte.
- Otras personalidades destacadas estuvieron encarceladas allí: Voltaire, el marqués de Sade, e incluso su propio constructor Hugues Aubriot.
-Durante el transporte de la columna
hasta la plaza de La Bastilla, unos 2 km. antes de llegar, los 12 caballos que
tiraban del carro se negaron a continuar. La gente que seguía de cerca el
acontecimiento tomó la decisión de desenganchar los caballos y empujar el carro
hasta la plaza.
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