Entrada al pasaje por el Bulevard St. Germain.
De las tres entradas que tiene el pasaje, la del
bulevar Saint-Germain es la que más impresiona. Forma parte de la fachada del
edificio y el arco está adornado con dos cariátides, dando un aspecto suntuoso
a la entrada. Es un lugar que llama la atención, sobre todo la de los turistas
que con la llegada del buen tiempo van animando las terrazas de los cafés y
restaurantes, o fijando su atención en las pequeñas tiendas que conservan su
antigüedad, convirtiéndolas en verdaderas atracciones. Es un lugar en el que el
viejo París sigue estando presente, por eso de que sobrevivió a la mano del
barón Haussmann, manteniendo todo su encanto.
Como si el tiempo no hubiera
pasado.
Este pasaje, abierto en 1735, se creó para unir la rue de l'Ancienne Comédie con la rue Saint André-des-Arts, formando originalmente un ángulo recto. Es por esta última que el pasaje queda parcialmente cubierto. En 1776 fue prolongado en dirección al bulevar St. Germain.
Imagen tomada desde la terraza de Le Café Procope. Al fondo, entrada al pasaje por la rue Saint André des Arts.
El pasaje fue construido sobre el foso del muro que levantó
el rey Felipe-Augusto entre los años 1200 y 1215 y que fue rellenado hacia
1582, desde la tour de Nesle hasta la Puerta de Saint-Germain. El muro pasaba
por la actual rue de l´Ancienne Comedie, donde hay otra entrada al pasaje.
A la derecha de la imagen, entrada al pasaje por la rue de l´Ancienne Comedie.
El nombre original fue Cour du Commerce, tomado de los numerosos comercios que había en la zona. Posteriormente, se le añadió el nombre de Saint-André, por su proximidad con la iglesia de Saint-André des Artes destruida en 1807 y en cuyo emplazamiento se encuentra hoy la Place de Saint-André des Arts.
El nombre original fue Cour du Commerce, tomado de los numerosos comercios que había en la zona. Posteriormente, se le añadió el nombre de Saint-André, por su proximidad con la iglesia de Saint-André des Artes destruida en 1807 y en cuyo emplazamiento se encuentra hoy la Place de Saint-André des Arts.
Uno de estos establecimientos es Le Procope. La
fachada principal se encuentra en el 13 rue de l´Ancienne Comedie y la otra da
al pasaje, desde donde también se puede acceder al restaurante.
Entrada al Café Procope por la rue de l´Ancienne Comedie. Este salón está en la segunda planta.
Entrada al Café Procope por la rue de l´Ancienne Comedie. Este salón está en la segunda planta.
Francesco Procopio Dei Coltelli fue un joven
siciliano que llegó a París en 1670 y al cambiar su nacionalidad por la
francesa, tomó el nombre de François Procope-Couteaux. Comenzó trabajando de
camarero en un café armenio en la rue Tournon, no muy lejos de donde después fundaría
Le Procope. No tardó mucho en emprender su propio negocio con el que obtuvo un
gran éxito, lo que le permitió adquirir un local destinado a baños situado en
el lugar que ahora ocupa el Café. Creó un espacio elegante, en cuya decoración
abundaban los espejos para dar más sensación de claridad y, en cada una de las
salas, las mesas eran de mármol con patas curvas. Nada tenía que ver este
entorno con las tabernas de la época, siempre llenas de humo, sucias y con mala
reputación. Así fundó en 1686 el Café Le Procope.
Le Procope visto desde el pasaje.
Cuando en 1689, la Comedie Française se instaló en la misma calle, Le Procope comenzó a ser frecuentado por personalidades ilustres de la época, bien pertenecientes al teatro o al público que asistía a las representaciones. De esta manera se convirtió en uno de los cafés literarios más concurridos de París. Escritores, artistas, intelectuales, como Voltaire, Diderot, d’Alembert, Rousseau, Condorcet, se reunían en este café. La leyenda sobre Le Procope cuenta que Diderot y d´Alembert escribieron aquí algunos artículos de la Enciclopedia y que Benjamin Franklin preparó el proyecto de alianza de Luis XVI con la nueva República. En tiempos de la Revolución, el lugar fue frecuentado por los que la defendían. Los miembros del Club des Cordeliers, con Danton y Marat como figuras principales, eran de los más asiduos. El gorro frigio, usado como símbolo de revolución, se exhibió aquí por primera vez, como también aquí se dio la orden de asalto a Las Tullerías el 10 de agosto de 1792.
El restaurante dispone de salas y
rincones donde están dispuestas las mesas.
En su recién estrenada novela, "Hombres
Buenos", Arturo Pérez Reverte escribe una escena que transcurre en Le Procope.
Los dos académicos que han viajado a París para adquirir la primera edición de
l´Encyclopédie, harán una visita a este café acompañados del abate Bringas.
Distribuidor de los distintos
salones. Segunda planta.
En el nº 4 del pasaje se pueden ver restos de la
muralla.
En el nº 8, Marat imprimió su diario, l'Ami du
Peuple (El Amigo del Pueblo)
En el nº 9, vivió de alquiler el doctor Guillotin,
promotor de que se utilizara la guillotina para ejecutar a los condenados a
muerte.
La estatua de Danton que hay en la acera frente a
la entrada del pasaje, por el bulevar Saint-Germain, ocupa el emplazamiento del
apartamento en el que él vivió a partir de 1789.
En su origen el pasaje era más
largo, pero con la construcción del Bulevard Saint-Germain fue acortado.
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