Es una iglesia medieval, considerada como una de las
más antiguas de París. Se encuentra en el Barrio Latino, en la calle Saint
Julien le Pauvre, junto al jardín René-Viviani, que también recomiendo visitar.
El árbol más antiguo de la ciudad, que se haya identificado y datado, está en
este jardín. Su nombre científico es "Robinia pseudoacacia", o falsa
acacia y tiene 400 años. Procede de Norteamérica y fue plantado en 1601.
San Julien le Pauvre, también hace referencia a San Julien el Hospitalario, sobre el que existe una leyenda que da sentido al nombre:
Siendo Julien un joven noble, un día, mientras
perseguía a un ciervo, el animal se volvió hacia él y le dijo: "¿Me
sigues, cuando tú vas a matar a tu padre y a tu madre?" Para evitar que
tal desgracia ocurriera, Julien decidió marchar a tierras lejanas y se puso al
servicio de un príncipe. Fue un luchador valiente, armado caballero y el
príncipe le ofreció por esposa a una joven viuda, un castillo y una dote. Durante
todo este tiempo, sus padres no dejaron de buscarlo, hasta que por fin
encontraron el castillo donde vivía con su esposa. Julien había salido de caza
y su esposa los acogió con agrado, ofreciéndole su propia alcoba para que
descansaran. A la mañana siguiente, cuando regresó al castillo mientras su
mujer estaba rezando en la capilla, al entrar en la alcoba descubrió a un
hombre y una mujer acostados, a quienes dio muerte creyendo que eran su mujer y
un amante. Cuando vio que su esposa regresaba de la iglesia, fue consciente del
error que había cometido y abrumado por la pena decidió comenzar su penitencia.
Ambos partieron y se instalaron a la orilla de un río donde Julien se hizo barquero,
acogiendo a los pobres en un antiguo hospital francés que convirtió en
hospicio. Una noche de invierno escuchó una voz que lo llamaba. Era para
recoger a un leproso muerto de frio, al que intentó calentar con un buen fuego
y después lo acostó en su cama para que descansara. El leproso se levantó
resplandeciente y subiendo al cielo le dijo a Julien y a su esposa que Dios había
perdonado su pecado y que no tardarían en morir en la paz del Señor.
Bajo-relieve que se encuentra en el nº 42 rue
Galande. Representa un episodio de la leyenda. Saint-Julien en el centro, su
mujer y un viajero al que ayudan a cruzar el río, van en el barca. El hospicio
queda representado por la casita que está detrás.
La iglesia actual se construyó a finales del siglo
XII, sobre los cimientos de otra cuyos orígenes podrían datar del siglo VI. Según
las fuentes que he consultado, es posible que en este siglo ya hubiera fundada
una iglesia que fue lugar de acogida de peregrinos y viajeros.
En el siglo IX, durante los ataques normandos, la
iglesia fue saqueada y sus bienes quedaron en manos de los señores feudales. Enrique
I de Francia, que reinó entre 1031 y 1060, ordenó la reconstrucción de la iglesia
con la condición de que estuviera a cargo de un clérigo y que éste administrara
los ingresos. A comienzos del siglo XII, los beneficios de
Saint-Julien estaban compartidos entre el caballero Étienne de Vitry y Hugues
de Monteler, que terminaron donando cada uno su parte al priorato cluniacense
de Longpont en el año 1125, pasando la iglesia a depender de Longpont. Confirmada la donación por el obispo, los monjes repararon la iglesia
y establecieron allí el priorato. La construcción de la iglesia actual fue iniciada
por los mismos monjes cluniacenses hacia 1160 y terminada en 1170.
Imagen
de la nave central de Saint-Julienle Pauvre.
En la misma época, una calle que transcurre cerca de
la iglesia de Saint-Julien le Pauvre, la rue du Fouarre, era uno de los
principales lugares de enseñanza de la Universidad de París. Las clases se
impartían en la calle y los alumnos atendían sentados sobre montones de paja. Fueron buenos tiempos para el priorato que
llegó a albergar hasta cincuenta monjes. La universidad obtuvo un permiso para
que las clases se dieran en el interior, pasando a ser centro docente durante un
tramo de la Edad Media. Durante la Primera Guerra de Religión, 1562-1563, los
monjes de Longpont se refugiaron en Saint-Julien le Pauvre. Cuando regresaron al
monasterio y la Universidad de París fue trasladada a la montaña de
Sainte-Geneviève, la prosperidad de la iglesia y el priorato comenzaron a
decaer.A mediados del siglo XVII, todo el recinto que comprendía el priorato y la iglesia fueron comprados por el Hôtel-Dieu de París, con la finalidad de agrandar el hospital. En aquella época el hospital se mantenía gracias a las donaciones económicas que recibía. Fue en 1651 cuando, para hacer posible la operación, el cardenal Mazarino ofreció el dinero necesario a los administradores del hospital y una renta vitalicia al prior Pierre Méliand para que abandonara Saint-Julien le Pauvre y poder unirlo al Hôtel-Dieu. La adquisición por parte del hospital se firmó en 1653 y el priorato desapareció como tal.
Imagen de la nave lateral. Lado sur.
Durante la Revolución Francesa (1789) el Hôtel-Dieu
continuó activo, pero sus bienes fueron confiscados. En cuanto a la iglesia, en
1790, fue convertida en un almacén para vender sal. En 1805, Saint-Julien
volvió a formar parte del hospital, pero se le continuó dando el mismo uso.
Capilla de la nave lateral, lado
sur. Imagen de la pila de Bautismo.
A
partir de 1826, Monseñor de Quélen, le devolvió a la iglesia su condición
original. Como capilla del hospital, el culto estaba limitado a oficiar
funerales y bautizos. Sin embargo, fue clasificada en la lista de monumentos
históricos en 1846, que la salvó de ser demolida. Pero cayó en un periodo de
abandono, probablemente debido a que el Hôtel-Dieu fue destruido en 1784,
durante el proyecto de urbanismo del barón Haussmann para construir el actual
hospital que lleva el mismo nombre.
Durante los años 80 del siglo XIX, a través del padre Alexis Kateb, la iglesia fue cedida a la colonia griega-católica-melkita. Se fundó en 1888. En 1900 se colocó un iconostasio, símbolo de las iglesias griegas, tanto católicas como ortodoxas.
Muchas gracias por la información, muy completa.
ResponderEliminarGracias por su visita. Es un placer saber que le ha servido para bién.
ResponderEliminarSaludos