Su
nombre oficial es Museo Nacional de la Edad Media-Termas y Hôtel de Cluny. El
museo como tal, fue creado en la primera mitad del siglo XIX por Alexandre de
Sommerard (1779-1842) y tras su muerte, el Estado adquirió el Hôtel de Cluny y
sus colecciones. Se encuentra situado en el Barrio Latino,
frente a la universidad de La Sorbona. El edificio, fue lugar de residencia de
los abades de Cluny, de donde le viene el nombre.
Adán, esculpido en piedra hacia 1260. Proviene de la decoración interior del brazo sur del transepto de Notre-Dame de Paris.
(Sala Notre-Dame del museo)
(Sala Notre-Dame del museo)
Alexandre de Sommerard, Maestro Consejero del Tribunal de Cuentas, era un coleccionista aficionado que en el siglo XIX manifestó un gran interés por el periodo medieval. Reunió una gran colección dedicada al arte de la Edad Media y en el año 1832 la instaló en una parte del Hôtel de Cluny. En ese momento el hôtel estaba compartido entre propietarios y arrendatarios privados. Cuando
murió Sommerard en 1843, el Hôtel Cluny y todas sus colecciones, aproximadamente
1500 objetos, fueron adquiridos por el Estado, al que también en el mismo año le
fueron cedidas las Termas Galorromanas y el Lapidario que contenía El Pilar de
Los Nautas.
Cernunos, dios galo con cornamenta de ciervo. (Sala Frigidarium) Forma parte del "Pilar de Los Nautas" Se trata de un pilar construido en bloques cúbicos, adornados con bajorrelieves representando escenas de las divinidades galas y romanas. Fue levantado en honor a Júpiter por los nautas de Lutecia bajo el imperio de Tiberio en el siglo I (los nautas eran una sociedad de ricos comerciantes y armadores marineros que navegaban por el Sena y por los demás ríos de la Galia) Fue descubierto bajo el coro de la catedral de Notre-Dame en el año 1711, durante unas excavaciones que se realizaron para la celebración del Voto de Luis XIII.
Puesto
bajo la tutela de la Comisión de Monumentos Históricos, la dirección del museo
fue confiada a Edmond du Sommerard, hijo de Alejandro de Sommerad, quien retomó el
trabajo que su padre no pudo terminar y continuó aumentando la colección
haciendo adquisiciones de gran valor. Por citar una: el Antependium de la catedral de Basilea.
Es
una obra realizada hacia el año 1020 en madera y recubierta de oro y piedras
preciosas, que ocupaba el frontal del altar de la catedral de Basilea, en Suiza.
Fue una donación de Enrique II a la catedral. Este emperador germánico y su esposa, Cunegonde,
aparecen postrados a los pies de Cristo, expresando la devoción de ambos hacia
Dios.
Cuando
Edmond du Sommerard muere en 1885, el museo ya contaba con cerca de 11.000
objetos. Para entonces el museo presentaba un nuevo aire, los periodeos abarcados por las colecciones se habían ampliado y todo estaba dispuesto de una forma más clara. Incluso creó un
primer catálogo y lo publicó. Los sucesores de Sommerad hijo, continuaron igualmente con la labor del museo para que este siguiera evolucionando y transformándose.
En 1977 fueron descubiertas
las cabezas de la Galería de los Reyes de Notre-Dame, dando lugar a la creación
de una nueva sala para poder exponerlas. La Galería de los Reyes se encuentra
debajo del rosetón de la fachada occidental y en ella están representados reyes
de la Antigüedad. Durante la Revolución Francesa, los revolucionarios tomaron a
estos monarcas por reyes modernos franceses y los decapitaron. Afortunadamente los
resto no fueron destruidos, sino que permanecieron enterrados hasta aparecer en los sótanos de un banco de París.
Este
museo contiene una de las más importantes colecciones del mundo en objetos y
obras de arte. Algunos datan de la Antigüedad, otros de la Edad Media. Cuenta
con una colección de unos 70 tapices con temas profanos y religiosos. La colección de orfebrería incluye una parte del Tesoro de
Guarrazar (data del siglo VII y proviene de Toledo, entonces capital de España)
La colección de vidrieras abarca desde el siglo XII hasta principios del Siglo
XVI, siendo una de las más ricas de Francia. También podemos ver pinturas y
esculturas del periodo medieval, los capiteles de la iglesia de Saint-Germain
des Près en la sala dedicada al Románico,... La lista es larga, por eso
recomiendo dedicar un buen rato para visitarlo con tranquilidad, la ocasión
merece la pena.
LA DAMA DEL UNICORNIO
Se trata de una colección de seis tapices tejidos en lana y seda, con una gama de colores de hasta
treinta tonalidades distintas creadas a partir de tinturas vegetales como la orchilla, para los tonos violetas, o la
rubia roja (rubia tinctorum) para los
carmesíes. Es el caso del color rojo del fondo de los tapices, que ha conservado
su vivacidad, lo que indica que la lana fue teñida con un pigmento a base de
rubia roja de alta calidad. Los diseños fueron dibujados previamente en cartones datados a finales del siglo XV. Cinco de los seis
tapices representan una alegoría de los cinco sentidos, interpretación que los
historiadores aceptan desde principios del siglo XX. Al sexto tapiz, se le ha
llamado, "A mon seul désir",
por la inscripción que hay escrita en la parte alta de la carpa con fondo azul
y pequeñas llamas bordadas en oro. Es el que más interrogantes ha suscitado y
sobre el que no hay un acuerdo sobre su interpretación.
El orden que he
seguido para explicar los tapices, es el que estaba considerado en la Edad
Media. Ocurre que a medida que se han ido haciendo interpretaciones sobre esta colección, algunos investigadores han establecido diferentes jerarquías sobre el orden que
deben seguir los tapices.
El Tacto. La Dama sostiene con la mano derecha el
estandarte que lleva el arma de la familia Le Viste, igual que las armaduras
que portan el unicornio y el león. Con la mano izquierda parece acariciar el
cuerno del unicornio que levanta la vista hacia ella. El vestido es de color
azul, con bordados en oro y adornado de piedras preciosas. En la cabeza lleva
una tiara y en el cuello un collar.
Haciendo una breve descripción
de los tapices, estos pertenecen al estilo de "mille-fleurs"
˗miles de flores˗ que consiste en un fondo de tapiz decorado con muchas flores
y plantas. Dichos motivos eran muy populares a finales del siglo XV y
principios del XVI en los tapices franceses y flamencos. Cada uno de los seis
tapices representa a una dama de la nobleza con un unicornio a su izquierda y
un león a su derecha. Las armas presentes en los estandartes y en los escudos,
que aparecen en los seis tapices, pertenecían a la familia Le Viste. Esta
familia era de Lyon y de origen burgués, aunque algunos de sus miembros comenzaron
a integrarse en la nobleza en esta misma época, hacia finales del siglo XV y
principios del XVI. En cuanto a la fauna que forma parte del paisaje, aparecen
animales domésticos: el cordero y la cabra. En su mayoría están relacionados
con la caza: perro, conejo, zorro, halcón, perdiz, garza... y otros son
sencillamente reconocidos como animales exóticos: la pantera, la gineta y el
mono.
El Gusto. En la composición de este tapiz, junto a las tres
principales figuras —dama, león y unicornio—, una joven dama aparece ofreciendo
en un copón de oro algunas delicias a la dama. En la mano izquierda lleva un
guante puesto, y sobre ella se posa un pequeño loro con la cabeza inclinada
hacia abajo, mordisqueando un dulce. Detrás, una valla cubierta de rosas separa
la escena del fondo del tapiz.
La historia de estos
seis tapices es, en todos los aspectos, una incógnita, lo que ha llevado a
diferentes interpretaciones. Los expertos creen que se confeccionaron entre
finales del siglo XV y principios del XVI ˗entre 1480 y 1510˗, afirmación que se
basa fundamentalmente en tres datos: la ropa que viste la dama, el estilo
"millefleur" y quiénes
pudieron encargarlos. Aunque se los relaciona con la familia Le Viste, Jean-Patrice
Boudet, en un estudio sobre los tapices, menciona tres candidatos posibles, el
primero de los cuales sería Jean IV, bien conocido como mecenas entre los
historiadores de arte y, teóricamente, el único que tenía poder para llevar las
armas de su familia tras la muerte de su padre. El segundo candidato sería su
primo Aubert Le Viste (†1493) y el hijo de este, Antoine II Le Viste (†1534), habría sido la tercera persona que pudo haber hecho el encargo de crear
los tapices.
El Olfato. Este sentido aparece representado, de una parte, por la corona de claveles que la dama tiene entre sus manos mientras la está confeccionando. Las flores, dispuestas en una bandeja, se las proporciona la doncella que está a su derecha. Otro elemento es el mono, que aparece detrás de la dama sentado sobre un banco de madera oliendo una rosa.
El Olfato. Este sentido aparece representado, de una parte, por la corona de claveles que la dama tiene entre sus manos mientras la está confeccionando. Las flores, dispuestas en una bandeja, se las proporciona la doncella que está a su derecha. Otro elemento es el mono, que aparece detrás de la dama sentado sobre un banco de madera oliendo una rosa.
Otra incógnita es el
taller en el que pudieron ser fabricados. Aunque las fábricas de tapices más
conocidas en esta época estaban en el norte de Francia y Flandes, no se
descarta la hipótesis de que pudieran ser confeccionados en París. A Nicole
Reynaud y Geneviève Souchal las características del estilo de los tapices les
han llevado a relacionar su fabricación con un taller de finales del siglo XV
en París: el taller del "Maestro de Ana de
Bretaña". Se trata de un maestro anónimo ˗artista del que no se conoce su
nombre pero si sus obras˗ a quien se le atribuye la ilustración del manuscrito
de le "Très Petites Heures d'Anne de
Bretagne". Fue un pintor que trabajó para los reyes de Francia, también
conocido por realizar pinturas mural, cartones para vidrieras y tapices. Es por
eso que adoptó diferentes nombres en función de la obra realizada. La gineta,
animal doméstico presente en la vida medieval que aparece en varios tapices de
la colección, ha sido atribuida como símbolo del "Maestro de Ana de Bretaña". Otras obras que le han sido atribuidas tienen
en común la expresión que presentan los rostros de las figuras femeninas,
dulces y pensativos, expresiones que también tienen aparecen en las damas de
estos tapices.
El Oído. La Dama está tocando el órgano mientras la doncella maneja los fuelles del instrumento. Se trata de un órgano portátil apoyado sobre una mesa cubierta con un tapiz. En esta escena del Oído, el león y el unicornio aparecen por segunda vez sobre los dos extremos del órgano en un tamaño más pequeño.
El Oído. La Dama está tocando el órgano mientras la doncella maneja los fuelles del instrumento. Se trata de un órgano portátil apoyado sobre una mesa cubierta con un tapiz. En esta escena del Oído, el león y el unicornio aparecen por segunda vez sobre los dos extremos del órgano en un tamaño más pequeño.
Los tapices fueron
descubiertos en el castillo de Bussac en 1841 por Prosper Mérimée, entonces Inspector
de Monumentos Históricos. Desde que fueron encargados por la familia Le Viste y
hasta 1841, los tapices fueron heredados por los descendientes hasta que los
últimos herederos, la familia de los Carbonnières, adquirió el castillo de
Boussac en 1730 llevando consigo los tapices. En 1835, la condesa de Ribeyreix,
descendiente de los Carbonnières, vendió el castillo al municipio de Boussac
con los tapices incluidos. Algunos años más tarde, en 1841, la comisión de monumentos
históricos preocupados por el mal estado del castillo decidió visitarlo. Prosper
Mérimée se sintió atraído por los tapices y por su mal estado de conservación,
hecho que le llevó a proponer al presidente de la comisión su adquisición. Cuarenta
años tuvieron que pasar para que el ayuntamiento de Boussac, consciente del mal
estado de los tapices, aceptara la oferta de compra hecha por el Estado. En
1882, fueron trasladados al museo de Cluny por Edmond Du Sommerard, director del
museo y a partir de 1883 quedaron expuestos.
La Vista. El hecho de que la dama aparezca sentada, le hace diferente a los demás tapices. Sin embargo, al compararlo con el Tacto tiene varios detalles en común: que sólo hay un estandarte, que lleva el pelo suelto y el unicornio, que cobra más protagonismo que el león al posar sus patas delanteras en las rodillas de la dama y esta, a su vez, hace el gesto de acariciarlo con la mano para que se vea reflejado en el espejo. Puestos a seguir comparando, con respecto al sentido del Olfato, las damas enseñan la falda interior del vestido y el tocado de la cabeza se asemeja bastante al que lleva la dama en el sentido del Oído.
La Vista. El hecho de que la dama aparezca sentada, le hace diferente a los demás tapices. Sin embargo, al compararlo con el Tacto tiene varios detalles en común: que sólo hay un estandarte, que lleva el pelo suelto y el unicornio, que cobra más protagonismo que el león al posar sus patas delanteras en las rodillas de la dama y esta, a su vez, hace el gesto de acariciarlo con la mano para que se vea reflejado en el espejo. Puestos a seguir comparando, con respecto al sentido del Olfato, las damas enseñan la falda interior del vestido y el tocado de la cabeza se asemeja bastante al que lleva la dama en el sentido del Oído.
Acerca de las
interpretaciones que se han hecho sobre los cinco tapices, hay una explicación
que ha sido admitida por los que se han dedicado a estudiarlos. Es la que se
elaboró en 1924 por A.F. Kendric, quien afirma que los tapices son una alegoría
de los Cinco Sentidos. Esta opinión también la compartió en 1978 Erlande-Brandenburg.
En 1995, Anna Nílsen publica un trabajo en el que acepta la hipótesis de la
alegoría de los Cinco Sentidos, pero propone un cambio de orden entre los
sentidos del Tacto y el Deseo ˗son los dos últimos tapices siguiendo el orden
establecido por el Museo˗ porque cree que el Deseo representa mejor al Tacto,
mientras que el Tacto resume mejor el conjunto del sexto sentido, al que se
refiere como Deseo.
À mon seul désir.
À mon seul désir.
De nuevo menciono a Erlande-Brandenburg, para hacer referencia sobre su
interpretación del tapiz "À mon seul désir". Propone fijarse en la dama, en el gesto que hace de
desprenderse del collar para dejarlo en el cofre que le tiende la doncella. Es
la conclusión del conjunto, con un sentido moral, el de renunciar a los cinco
sentidos anteriores. Por tanto "mon seul désir" lo interpreta como
"mi única voluntad".
REFERENCIAS:
LA DAME A LA LICORNE — Wikipedia
LA
DAME A LA LICORNE ET SES SOURCES MEDIEVALES D'INSPIRATION. Jean-Patrice Boudet.
LA DAME A LA LICORNE,
HISTOIRE D'UNE TENTURE MEDIEVALE. Anne-Maya Guérin
LA DAME A LA LICORNE. Elisabeth
Taburet-Delahaye, directrice du musée.
A PROPÓSITO DE ALGUNAS REINTERPRETACIONES DE LA DAMA DEL UNICORNIO: ¿LA
SOMBRA DE GUILLAUME DE LORRIS ES TAN ALARGADA? Dulce Mª González Doreste
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