Sacristía de Notre-Dame

Fachada sur de la catedral. El edificio adosado al coro corresponde a la sacristía

Es un edificio neogótico construido en el siglo XIX, por Viollet-le-Duc. Se encuentra en el lado sur de la catedral. En ella se guardan la Corona de espinas, un fragmento de la Vera Cruz y uno de los clavos de la Pasión de Cristo, tesoros más destacados y que llaman la atención de los turistas. También se exponen una colección de camafeos de los papas, reliquias de San Luis, objetos de orfebrería y adornos religiosos de diferentes épocas. Nadie diría que el edificio de la sacristía se construyó en el siglo XIX, y es que, Viollet-le Duc, la levantó como si del siglo XIII se tratara, para que estuviera en harmonía con la catedral. Esto, y que el terreno era bastante inestable, tuvieron que ahondar hasta 9m. para construir los cimientos, contribuyó a que el presupuesto se disparara.

Sala principal de la Sacristía del Capítulo

El motivo de su reciente construcción fue debido a que la anterior, construida en 1758 por Sufflot, resultó bastante dañada en los disturbios ocurridos el 29 de julio de 1830. El triste final le llegó a la sacristía y al palacio episcopal el 14 de febrero de 1831; ambos edificios fueron saqueados y destruidos. En 1845, y votado en la Asamblea Nacional, era aprobado un presupuesto para hacer restauraciones en la catedral. En estos trabajos se incluyó la construcción de la nueva sacristía, que se prolongó hasta 1864. Está conectada a la catedral por dos brazos paralelos, que encierran un espacio cuadrado asignado a un pequeño claustro, el claustro del Capítulo.

GRAN ATRIL DE NOTRE-DAME

Atril que forma parte del Tesoro de la catedral de Notre-Dame. De la época de Napoleón III. Fue creado por el orfebre Placide Poussielgue-Rusand en 1868 por 8.500 francos. El diseño lo realizó Viollet-le-Duc. Los materiales usados fueron bronce y hierro dorado. Su altura es de 2,79 m. Fue declarado monumento histórico desde 1980. En su estilo barroco se representan las cabezas de los doce apóstoles, le sigue el tetramorfo (hombre, león, toro y águila), símbolos de los cuatro evangelistas. Sobre éste dos atriles con las letras del alfabeto griego: Alfa y Omega. La primera y la última del abecedario. Es una manera en que se nombra a Dios, para decir que antes que Él no hubo ninguno ni lo habrá después. El atril más grande está apoyado en el águila de San Juan, con las alas desplegadas y sobre él se coloca el Gradual Romano (libro litúrgico oficial del rito Romano que contiene los cantos para usar en misa) Fue restaurado en 2014 por Shéhérazade Bentouati.

Pasillo del claustro que lleva hasta la sala del Tesoro

En este pasillo, que lleva hasta la sala del Tesoro, merecen atención las vidrieras que se encuentran en las arcadas. Son dieciocho vidrieras en color que representan la leyenda de Santa Genoveva, patrona de la ciudad de París. Solo se pueden ver las seis últimas escenas de su vida, las que están instaladas en el pasillo del claustro que da acceso al Tesoro.

En el centro:
Reliquia de la Corona de Espinas realizada en 1862. El diseño lo hizo Viollet-le-Duc y el trabajo el orfebre Placide Poussielgue-Rusand. Los materiales empleados fueron: bronce y plata dorados, diamantes y piedras preciosas. La base de la reliquia se apoya sobre nueve quimeras. Y sobre ella, tres personajes mirando hacia el exterior soportan la parte superior. Están sentados en sllas con brazos en actitud solemne. Son:-Santa Elena, que recogió la Corona en el 326. Sostiene una cruz. -El emperador de Constantinopla, Baudouin II, que vendió la Corona en 1238. Porta el cetro y un globo. –El rey San Luis que compró la corona y la llevó a Francia en 1239. En sus manos lleva la Corona. En la parte superior, dentro de la parte de cristal, se guarda la reliquia que se puede ver por los pequeños arcos lobulados. Y entre estos, las imágenes corresponden a los doce apóstoles bajo nichos. La reliquia culmina con la flor de lis formando una corona.

SACRISTÍA DE NOTRE DAME

Lo mejor y más interesante de esta visita fue poder conocer a Stéphane, Sacristán General de Notre-Dame. Con mucho gusto nos atendió en su sacristía y allí nos enseñó y contó cuál es su cometido dentro de la catedral.

Nosotras con Stéphane en la sacristía

Esta foto dice mucho de nuestra visita. En ella se aprecia una pequeña imagen de la Virgen del Pilar llevando el manto de la Guardia Civil, cuerpo por quien Stéphane siente una gran admiración. De niño veraneaba en el norte de España y allí mostraba su interés hacia los guardias del pueblo. Con el tiempo, los mismos agentes le regalaron un uniforme del que pudo hacer uso cuando ascendió a Sacristán General. −En Francia hay una tradición que permite llevar uniforme o condecoraciones a personas que ostentan cargos relacionados con la iglesia−. Todos los años, para la fiesta del Pilar, el 12 de octubre, este sacristán prepara con mucho cariño un altar en una capilla lateral de la catedral para celebrar su festividad. Por eso, no os sorprendáis, si algún día, mientras contempláis las maravillas de Notre-Dame, de repente llama vuestra atención alguien con el uniforme de la Guardia Civil. Será Stéphan.

Inciensos de Notre-Dame. En la primera fila, el tercer bote empezando por la izquierda, es el que se usa cuando se expone la Corona de Espinas

A cada lado de la imagen de la Virgen, hay una gran variedad de botes de cristal con colores diferentes. Son los inciensos que se usan en la catedral dependiendo del acto que se celebre; para cada acto se utiliza un olor diferente. Notre-Dame es la única catedral del mundo que posee tantas variedades, ni en el Vaticano tienen tantos.

Libro de Oro

De igual manera, tuvimos la ocasión de tener ante nuestros ojos el «Libro de Oro». En él firman todas las personalidades importantes que pasan por la catedral.

Cojín sobre el que se coloca la Corona de espinas cuando se expone al público