El cementerio de Batignolles se inauguró el 22 de agosto de 1833 por la comunidad de Batignolles-Monceau. Fue agrandado en dos ocasiones: en 1841 y 1883. Visto sobre un plano, se puede ver con claridad las ampliaciones sucesivas que se han llevado a cabo: hacia el Este la parte antigua, en el centro, calles en forma de cruz con rotondas, y al noreste, la zona más moderna.
El viejo cementerio quedó atravesado
por la Périphérique cuando ésta se construyó entre 1958 y 1973. Y no es el
único cementerio de París que es atravesado por una carretera. Esto los
convierte en lugares ruidosos, más que de recogimiento.
Con una extensión de casi once hectáreas, contiene unas quince mil tumbas, situándose en el cuarto cementerio intramuros de París por número de tumbas. En superficie terrestre, solo el cementerio de Père Lachaise y de Montparnasse son más grandes, extensiones que permiten albergar un gran número de árboles; en este hay aproximadamente novecientos árboles maduros, en su mayoría castaños y arces.
Antes de la apertura del cementerio ruso Sainte-Geneviève-des-Bois, en 1979, en este de Batignoles, eran enterrados los miembros de la comunidad ortodoxa rusa. Personajes como Léon Bakst (pintor, escenógrafo y diseñador de vestuario para el Ballet Ruso) Sergei Lyapunov, Pavel Milyukov y Pavel Ryabushinsky, están enterrados aquí. Otros, como Feodor Chaliapin, sus restos fueron trasladados al cementerio Novodevichy de Moscú. Algunas tumbas tuvieron que cambiar de ubicación.
Tumba de Paul Vidal. Fue un compositor, director de orquesta y profesor de música francés
Merodeando en los alrededores del cementerio,
en el número 83 de la calle Pierre Rebière, encontré estos edificios con una de
sus fachadas mirando hacia el cementerio. Un toque de color no viene mal al
lugar.
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