Imagen tomada desde el
Quai de Valmy.
Es un canal que mide 4,55 km de largo que transcurre
por los distritos 10 y 11 de París. Hacia el norte se conecta con el Bassin de
la Vilette y termina desembocando en el Sena, en el puerto del Arsenal. Cuenta
con nueve exclusas y dos puentes giratorios. Tiene un desnivel de 25 m.
Quai de Valmy con la pasarela de
Bichat al fondo
Fue creado para abastecer de agua potable a París y en
la actualidad es, principalmente, una atracción turística para la ciudad,
aunque de forma ocasional se utiliza como vía de transporte para mercancías.
Junto con el canal del Ourq, el Bassin de la Villette y el canal de
Saint-Denis, forma la red de canales de París, que tiene una longitud total de
130 km.
Pasarela Bichat
El primer tramo del canal, desde la plaza de La
Batalla de Estalingrado hasta el boulevard Jules Ferry, está descubierto. A
partir de aquí y hasta el puerto del Arsenal, su recorrido queda cubierto con
bulevares y jardines.
Exclusa del Temple y entrada norte del tunel.
A comienzos del siglo XIX, siendo Napoleón Primer
Cónsul (1802-1804), se tomó la decisión de llevar a cabo un proyecto de
canalización de aguas con el fin de evitar nuevas epidemias por culpa de las
malas condiciones de higiene. Pero la construcción se retrasó a causa del
estado económico en que se encontraba Francia tras la Revolución Francesa.
Hubo que esperar hasta el reinado de Luis XVIII
(1814-1824) para que el proyecto fuera de nuevo puesto en marcha recurriendo a
inversiones privadas. Así, en 1818, se creó la Compañía de Los Canales de París,
a la que le fue adjudicada la construcción del canal en noviembre de 1821, y de
la que nació la compañía del Canal de San Martín. Las obras comenzaron en 1822
y el canal fue inaugurado el 4 de noviembre de 1825 por Carlos X.
El canal visto desde el Quai de Jemmapes.
Refiriéndome ahora a la parte del canal que queda
cubierto, las obras fueron llevadas a cabo por el Prefecto de la época, el
barón Haussmann, encargado del proyecto de urbanismo de París que comenzó en 1860.
El primer tramo de canal cubierto corresponde al actual bulevar Richard Lenoir
y el segundo, cubierto en 1908, al bulevar Jules Ferry. Estos recubrimientos se
realizaron para sustituir los antiguos puentes giratorios de madera que
cruzaban el canal y así no tener que construir otros nuevos.
Puente con exclusa.
Puente con exclusa.
El
canal conoció su época dorada durante el siglo XIX y la primera mitad del XX,
cuando era una importante vía de transporte de mercancías hasta la misma
ciudad. El Bassin de la Villette y el puerto del Arsenal eran los principales
puntos de entrada y salida. A partir de los años 60, otras vías de transporte
como la carretera y el ferrocarril influyeron de forma negativa en el transporte
fluvial, viéndose afectado el canal, y como consecuencia de ello, también se
vio aminorada la actividad económica que había a lo largo de su recorrido. Y ya
en los años 70, el canal estuvo a punto de desaparecer para construir una
carretera que seguiría su recorrido, pero finalmente el proyecto fue
abandonado.
Puente de la rue Louis Blanc.
El
Canal de San Martin está abierto los 365 días del año. A diario se organizan
cruceros para los turistas, con una duración aproximada de unas dos horas y
media. El Ayuntamiento de París tiene puesta en marcha una operación, ‹‹París
respira››, en la que todos los domingos y días festivos comprendidos entre los
meses de abril y septiembre, desde las 10:00h hasta las 20:00h, y el resto del
año hasta las 18:00h, la circulación de vehículos se corta para facilitar que
la gente pasee, haga pic-nic, realice actividades deportivas, etc.
Este es el aspecto que toma el canal en los días que se corta la circulación de vehículos, sobre todo en verano.
Paseando
al borde del canal, arriba y abajo, el paisaje que se despliega ante nuestros
ojos es bien distinto al que se nos presentaría si estuviéramos paseando a
orillas del Sena. Las fachadas de algunos de sus edificios parecen haber bajado
desde la colina de Montmartre para reflejarse en sus aguas; las de otros, con
el tiempo se han transformado. La influencia del barón Haussmann afectó al
canal, pero no a los edificios. Siempre encontraremos a curiosos que se
detienen a mirar cada vez que un barco lleno de turistas o uno privado, navega
con paciencia por el canal esperando pasar las exclusas, es una atracción que
dura unos minutos y es curiosa de ver. Por tierra, paseando por los bulevares
que lo cubren o navegando por sus aguas, será al gusto de cada uno, el lugar
bien merece una visita.
En la imagen, un barco que tras
pasar por una exclusa, ésta empieza a cerrarse.
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