Creo recordar, que fue el primer puente
que visité cuando estuve en París por primera vez. ¿A quién no le impresiona un puente con las
dimensiones que tiene este de Alejandro III? Imagino que a la gran mayoría de
las personas que visitan la ciudad; solo he conocido a una persona a la que no
le entusiasman demasiado los puentes de París, porque considera que hay otras
ciudades que los superan en belleza. Yo diría que es el más rimbombante de
todos los puentes que atraviesan el Sena. Sus dimensiones y ostentación
decorativa es lo que más impresiona.
Los motivos que llevaron a construir el
puente de Alejandro III fueron varios. Uno de ellos, era sustituir al que fue
destruido con anterioridad, y el otro, aliviar la densa circulación que ya tenía la
ciudad. Pero sobre todo, para la celebración de la Expo Universal de 1900.
Además, iría destinado a simbolizar la alianza franco-rusa, celebrada en 1891,
y firmada entre el Emperador Alejandro III y el Presidente de La República Francesa,
Sadi Carnot.
La decisión para la construcción del puente se tomó en 1896. La primera piedra fue puesta el mismo año por el Zar
Nicolás II de Rusia y su esposa, Alejandra Fiódorovna, con la presencia del presidente
francés, Félix Faure. Las obras comenzaron al año siguiente, con los
arquitectos Joseph Marie Cassien-Bernard y Gaston Cousin, y los ingenieros,
Amédée Alby Jean Résal. Se inauguró el 14 de abril de 1900, y une la explanada
de Los Inválidos con el Grand Palais y el Petit Palais, complejo creado también
para la Exposición Universal de París de 1900.
Es el segundo puente más largo, después
del Pont Neuf. Mide 45 m. de ancho y 154 m. de largo. Cuenta con un solo arco
que mide 107,50 m. En 1975 fue declarado monumento histórico, en 1991 fue restaurado
sin modificar su aspecto y se pintó con el color gris original. Lleva una
estructura en acero moldeado para soportar su pronunciada horizontalidad ─ que tuvo
que ser respetada para que la vista no afectara a Los Inválidos y Los Campos
Elíseos, y que la anchura del puente fuera proporcional a la de la Avenida
Winston Churchill─.
Cuenta con cuatro columnas de 17 m. de
altura, situadas en los extremos del puente, que definen la entrada y la salida.
Cada columna lleva encima un grupo escultórico en bronce dorado de un Pegaso,
acompañado de una divinidad griega, La Renommée (La Renombrada). Los cuatro
Pegasos están de pie, apoyados en las patas traseras, y las Renommées simbolizan
el éxito de las Artes, las Ciencias, el Comercio y la Industria. Los romanos
llamaban a esta divinidad <Fama>
Margen
derecha, río arriba: La Renommée de Las Artes, realizada por Emmanuel Frémiet.
Margen
derecha, río abajo: La Renommée de Las Ciencias, realizada por Emmanuel Frémiet.
Margen
izquierda, río arriba: La Renommée del Combate realizada por Pierre Granet
entre 1896 y 1900.
Las esculturas que adornan la base de
las cuatro columnas representan diferentes épocas de la historia de Francia:
Margen derecha, río arriba: La Francia de la Edad Media (bola dorada con cruz doble encima) Realizada por Alfred-Charles Lenoir
Margen
izquierda, río arriba: La Francia del Renacimiento (con espada dorada)
Realizada por Jules Coutan.
Margen
izquierda, río abajo: La Francia de Louis XIV (pequeña escultura con alas en la
mano izquierda) Realizada por Laurent Marqueste
Margen
derecha, río abajo: La Francia Moderna. Realizada por Gustave Michel.
Imagen
tomada desde la explanada de Los Inválidos. Las cuatro columnas del puente con
el edificio del Grand Palais detrás
Cuenta con treinta y dos faroles de bronce, colocados a lo largo de las dos barandas del puente, y las medias coronas que cuelgan unidas entre sí por unos rostros, además de ser adorno, son un contrapeso para equilibrar el conjunto del puente.
De los 32 faroles, los que están en los
extremos del puente, aparte de tener más brazos, en la base, llevan lo que en
francés se llama "Groupe de la Ronde des Amours" (Grupo de la Ronda
de Los Amores) Fueron realizados por Henri Désiré Gauquié.
Genios sobre un pez
En el centro del arco del puente, por el lado este, están las Ninfas del Sena que nos muestran las armas de la ciudad de París.
Por el oeste y siempre fieles
espectadoras al ocaso de la ciudad, están las Ninfas del Neva. Representan la alianza entre Francia y
Rusia.
Los
"leones conducidos por niños" también forman parte de la
ornamentación del puente.
En esos claros
atardeceres que el cielo de París nos ofrece, hay un momento, en que la luz del
sol atraviesa los cristales de las farolas del puente y las ilumina como si
estuvieran encendidas.
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