Música

"Imagínese esta ciudad universal, donde cada paso dado en un puente, en una plaza, nos hace recordar un gran pasado, y donde cada esquina, narra un fragmento de historia." (Goethe)

Ópera Garnier. Una visita al interior.

ROTONDA DE LOS ABONADOS


La élite de la alta sociedad tenía palcos alquilados todo el año y los ocupaban varios días a la semana. El pabellón en el que hoy se encuentra el restaurante ˗fachada lateral este˗ era la entrada que estaba reservada para los abonados. Los asistentes bajaban de los coches, cruzaban una puerta giratoria, entraban en el vestíbulo y llegaban a la gran escalera.









Techo de la Rotonda de los Abonados



















BASSIN DE LA PYTHIE
Atravesando la Rotonda de los Abonados nos encontramos frente al "Bassin de la Pythie".
















GRAN ESCALERA
De ambos lados del bassin parten los dos brazos de la gran escalera de doble hélice que lleva a los foyers ˗espacios dedicados a pasearse en los entreactos˗ y a las distintas plantas de la sala de espectáculos. Forma parte de una nave de treinta metros de altura construida con mármol de distintos colores. 















Vista del entresuelo de la Gran Escalera desde los balcones que se encuentran en las cuatro paredes de la nave. Este era el lugar de representación social.  














Composición de cuatro pinturas que corresponde al techo de la nave de la Gran Escalera. Son composiciones alegóricas. No están pintadas sobre la superficie del techo sino realizadas sobre tela o papel, técnica que se utiliza para el óleo y acrílico, luego con una cola es adherida a la superficie elegida. Se utiliza mayormente para restauraciones de arte. Reciben luz natural a través de un tragaluz que hay en el centro del techo.








Segundo entresuelo. La escalera se abre a izquierda y derecha para ir hasta los balcones. La puerta central, guardada por dos enormes esculturas, es la entrada a la sala de espectáculos.


                                         Esculturas de la puerta de entrada al teatro



Tras pasar el umbral de la puerta llegamos a este corredor que rodea la sala de espectáculos. Las puertas son las entradas a los palcos.


SALA DE ESPECTÁCULOS
Tiene forma de herradura, considerada de estilo francés por la disposición de las butacas según su categoría. Se diseñó para ver y ser visto.



La cortina del escenario fue realizada siguiendo las instrucciones de Charles Garnier. Ha sido reemplazada dos veces por una idéntica en 1951 y 1996.


En el dosel de la cortina del escenario hay una divisa que fue elegida por Garnier. Lleva inscrito "ANNO 1669, para recordar la creación  de la Real Academia de la Música.



La pintura que hay actualmente en la cúpula del techo no es la original. La primera fue realizada por el pintor favorito de Napoleón III, Jules Eugène Lenepveu, Gran Premio de Roma en 1847. Una copia, a pequeña escala se encuentra expuesta en la biblioteca-museo de la Ópera.


La que hoy podemos apreciar es de Marc Chagall y fue inaugurada el 23 de septiembre de 1964. Esta pintura evoca los grandes hitos y obras representativas de la historia del arte de la ópera y la danza, así como a algunos compositores importantes.

La araña que cuelga del techo es de bronce y cristal, cuenta con 340 luces y pesa 8 toneladas. 

SALÓN DEL ESPEJO
Es una rotonda muy luminosa que se encuentra en el extremo de la "Galerie du Glacier", un pasillo largo que comunica el salón con otras dependencias. Los ventanales tienen vista hacia la fachada este del palacio. Se terminó después de inaugurado el palacio y era el lugar donde se distribuían los refrescos.

Dispuestos alrededor de la sala hay ocho tapices de los cuales en la foto se ven dos. El techo está decorado con unas pinturas de Clairin (1843-1910) en el que figuran bacantes ˗figuras míticas relacionadas con Baco, dios del vino˗ y faunos bailando. Los faunos son figuras de la mitología clásica que solían acompañar a Baco.

Detalle del techo del Salón del Espejo

AVANT-FOYER o FOYER DES MOSAÏQUES. Vestíbulo de los mosaicos.
"Desde que comenzaron las obras de la ópera había deseado emplear mosaicos de esmalte, que me han fascinado desde hace mucho tiempo..." Charles Garnier. 
Deambulatorio donde se encontraban los espectadores antes de cada representación o durante los entreactos y espacio de transición entre la Gran Escalera y el Gran Foyer. La bóveda está cubierta de mosaicos de colores tornasolados sobre fondo dorado. Todo un espectáculo para nuestros ojos. Fueron utilizados por primera vez en Francia por Garnier para adornar esta galería.

Vista del techo
Desde los balcones del deambulatorio hay una gran vista de toda la nave y la gran escalera. 


GRAND FOYER. Gran Vestíbulo
"Déjenme decirles que este gran vestíbulo me parece una gran y bella sala, y creo que  no es solo mi opinión". Charles Garnier. 
Este vestíbulo en su origen se pensó para que fuera un punto de encuentro de los espectadores de todas las clases sociales combinadas.

Vista del vestíbulo

El techo fue pintado por Paul Baudry, quien hizo copias de la Capilla Sixtina, en Roma. Muestra temas de la historia de la Música, de la Comedia y de la Tragedia. La lira es el elemento principal en la decoración, no sólo en esta sala, también en el resto del palacio.

Hasta el siglo XIX, y como mandaba la tradición, los vestíbulos de los locales de espectáculos estaban reservados para los hombres. Pero en la inauguración del Palacio Garnier la Reina de España estaba invitada y esta tuvo el deseo y curiosidad de ver el Grand Foyer. La petición fue aceptada y tras la reina fueron entrando todas las damas asistentes, por lo que la tradición dejó de tener sentido.

Detalle de una de las puertas del Gran Vestíbulo


Las dimensiones del vestíbulo son de 154 metros de largo, 13 metros de ancho y 18 metros de alto. De tono oro viejo, este gran salón fue instalado en la parte más noble del teatro, cerca de los primeros palcos. Estaba dedicado al descanso, al paseo y a las mundanidades.

SALONES DEL SOL Y DE LA LUNA
Ambos salones están emplazados en los extremos este y oeste del Avant-Foyer. El salón del Sol iba a ser el fumadero, pero con el apresuramiento de las obras los salones fueron invertidos. Garnier propuso que el fuego fuera el tema del Salón del Sol.

Techo del que cuelga la lámpara


Alrededor del rayo, de las estrellas y las salamandras, los decoradores hicieron fluir el oro para formar el sol, cuyos rayos se reflejan en cuatro espejos cubiertos de oro.


Al final, el salón que se convirtió en fumadero, fue el Salón de la Luna. La composición del techo pone en escena búhos y murciélagos volando en una constelación que los espejos de estaño reflejan infinitamente.


BIBLIOTECA-MUSEO DE LA ÓPERA
Se fundó en 1866. Sus colecciones conservan la memoria del teatro desde hace tres siglos. La galería del museo presenta de manera permanente pinturas, dibujos, fotografías y maquetas de los decorados. En 1877, Charles Nuitter, archivero de la Ópera, aprovechó los locales que quedaron sin terminar a causa de la caída del Imperio para crear la biblioteca-museo. Estos iban destinados a Napoleón III.


GRAN VESTÍBULO DE ENTRADA
"Digamos que el vestíbulo es uno de los recitativos del monumento..." Charles Garnier. Está presidido por cuatro grandes compositores, Rameau, Lulli, Gluk y Haendel. Esculpidas en mármol, ilustran respectivamente la música francesa, italiana, alemana e inglesa. Este vestíbulo nos conduce a la salida.



CURIOSIDADES:
- El 1 de enero de 1887 se sustituye la iluminación con gas por la eléctrica.
- El 20 de mayo de 1896, un contrapeso de la lámpara se rompió cayendo esta sobre la audiencia mientras se representaba "El Fausto" de Gounod. Hubo numerosos heridos y murió una mujer. Este acontecimiento también inspiró a Gaston Leroux para uno de sus episodios de "El Fantasma de la Ópera".
- La sala siempre estaba iluminada, incluso durante las representaciones. Fue a principios del siglo XX cuando se impuso el que la sala estuviera a oscuras.
- El 16 de octubre de 1923 la Ópera Garnier fue clasificada monumento histórico.

Ópera Garnier. Construcción.

Es difícil encontrarse a solas con la Ópera Garnier, también conocida como el Palacio Garnier. La afluencia de turistas es tal, entre los que me incluyo cuando salgo a conocer la ciudad, que es imposible conseguir una foto con poca gente. Pero todo se andará.  


Una verdadera obra de arte que deja fascinado a cualquier visitante por su gran lujo y riqueza. El programa arquitectónico creado por Garnier ha hecho de este palacio uno de los teatros más hermosos del mundo. 
Los orígenes de lo que hoy conocemos como la Ópera de París se remontan hasta la segunda mitad del siglo XVII. En 1672, con la autorización de Luis XIV, se creó la Academia Real de Música. Era una institución de arte dramático que comprendía la ópera, el ballet y la música.

Cara oeste del palacio, visto desde el cruce de la rue Scribe con la rue Auber


El 14 de enero de 1858 Napoleón III y la Emperatriz Eugenia de Montijo sufrieron un atentado al regreso de la ópera, que entonces se encontraba en la rue Le Peletier. Este hecho llevó al Emperador, en 1860, a tomar la decisión de construir una nueva ópera. La construcción del palacio entró a formar parte de los planes urbanísticos que el Barón Haussmann llevó a cabo a mediados del siglo XIX. Para ello se realizó un concurso en el que participaron 171 proyectos. El favorito era el de Violet-le-Duc, que estaba trabajando en la construcción del nuevo Louvre. El proyecto de Charles Garnier no lo era tanto, pero contaba con una ventaja: en sus viajes al extranjero, uno de ellos a España, había adquirido conceptos e ideas de estilos distintos y ese aprendizaje le llevó a ganar el concurso.

Homenaje a Charles Garnier


Las obras se iniciaron en 1862 con algunos contratiempos. El terreno era irregular, en forma de rombo estrecho y asimétrico, lo que llevó a Garnier a solicitar ciertos acondicionamientos. Las obras tuvieron que ser interrumpidas durante las excavaciones, encontraron cuevas con aguas subterráneas que durante ocho meses tuvieron que ser succionadas con bombas.

Vista de la Ópera Garnier en 1875, año en que se inauguró  


Imágenes de la construcción de la Ópera Garnier

También se vieron interrumpidas las obras con la Guerra Franco-Prusiana (1870-1871), la caída del Segundo Imperio Francés (1870) y la Comuna de París (1870). Durante este tiempo la construcción se realizó de forma esporádica, hasta el punto de que corrió el rumor de que iba a ser abandonada. El entorno que rodeaba al futuro palacio también supuso un contratiempo debido a que los edificios superaban la altura permitida. El proyecto fue modificado en el último momento para elevar el piso del ático y que el edificio conservara su aspecto majestuoso, indispensable para un palacio dedicado al arte. 


Antes de que finalizaran las obras, Napoleón III le pidió al barón Haussmann que construyera una gran avenida que comunicara el edificio de la ópera con el palacio de Las Tullerías, donde residía. La finalidad era únicamente poder trasladarse tranquilamente desde su residencia hasta la ópera sin riesgo de sufrir un nuevo ataque. La avenida de La Ópera se terminó cuatro años después de ser inaugurado el Palacio Garnier, en 1789.

Plaza de La Ópera vista desde la Logia del palacio, y la avenida de La Ópera


Tras quince años de obras, el palacio fue inaugurado el 15 de enero de 1875 por el Presidente de la República Mac Mahon. Al evento asistieron como invitados el Alcalde de Londres y el de Amsterdam y cerca de dos mil invitados procedentes de toda Europa. Entre ellos Charles Garnier, aunque se dice que tuvo que pagar su entrada y ocupó un palco secundario.  

CURIOSIDADES:
- Se dice que la Emperatriz Eugenia de Montijo le preguntó al barón Haussmann sobre el estilo que tendría el palacio, si griego o romano, a lo que él le contestó: ¡Será en estilo Napoleón III, Señora!
- Las cuevas con agua encontradas con las excavaciones dieron lugar a la leyenda sobre la existencia de un lago subterráneo que sirvió de inspiración a Gaston Leroux para ambientar su novela "El Fantasma de la Ópera".
- En 1867 se hizo una inauguración provisional con motivo de la Exposición Universal. Las obras no habían finalizado, pero la fachada si estaba terminada.

Passage du Havre.




Es una galería comercial con tiendas de moda, perfumería, restaurantes para comer..., y espacios para descanso. Se reconstruyó a finales de los años 90 y renovado en 2012. Las tiendas están abiertas de lunes a sábados desde las 9:00 h hasta las 20:00 h.





Entrada al pasaje.


Este pasaje se creó en 1845 y fue abierto al público el 7 de septiembre de 1846 con el nombre de "Voisinage de la rue du Havre", Barrio de la calle Havre.


Tiene varias plantas y en la parte mas alta encontraremos una zona de descanso llamada "Les Terrasses du Passage". Los pasajes de París son una atracción mas a conocer, sobre todo es una buena opción cuando llueve, que aquí es bastante frecuente. Pero siempre recordar que la gran mayoría cierran por la noche y los domingos.


Fuente Cuvier

Se encuentra en la esquina de la rue Linné con el número 20 de la rue Cuvier, en el 5 arrondissement. Enfrente del nº 20 de la rue Cuvier hay una entrada al Jardin des Plantes.

Se construyó en 1840 por el arquitecto Alphonse Vigoureux, entonces inspector de las aguas de París, para rendir homenaje a Georges Cuvier, anatomista francés promotor de la Anatomía Comparada y la Paleontología en el siglo XIX.
La escultura es una alegoría a la Historia Natural. Representa a una mujer llevando una tableta en la que está inscrita la divisa de Cuvier: "Rerum cosnocere causas". Es una frase sacada de un verso de Virgilio que quiere decir: - "Feliz es el que fue capaz de penetrar en la razón de las cosas".


Es de estilo neoclásico y columnas jónicas acanaladas. La acompañan un león echado a su lado izquierdo. Debajo animales marinos y anfibios. El giro de cuello que hace el cocodrilo es un efecto del artista, pues estos animales no pueden realizar ese movimiento.


Fue inscrita en el catálogo de los monumentos históricos en abril de 1984.

Detalles de la fuente:
Bajo el friso un águila lleva en sus garras un cordero.


Toda la fuente está construida en piedra a excepción de las tres cabezas de serpiente que son de bronce y por las que mana el agua.


Detalle de la serpiente.


CURIOSIDADES:
- Gustave Eiffel decidió incluirlo entre los científicos que están escritos en el friso de la primera planta de la Torre Eiffel.