Música

"Imagínese esta ciudad universal, donde cada paso dado en un puente, en una plaza, nos hace recordar un gran pasado, y donde cada esquina, narra un fragmento de historia." (Goethe)

La Santa Capilla

La Sainte Chapelle

La Sainte Chapelle es un edificio del que hay mucho que decir por su antigüedad, su estilo de construcción, y quién o qué circunstancias llevaron a levantarla. Las vidrieras son merecedoras de nuestra admiración por dos motivos: el espectáculo que ofrece el conjunto de la capilla alta y las diferentes escenas religiosas contadas en ellas. Precisamente por ser un monumento tan popular para los turistas, como tantos otros que hay en París, lo voy aplazando cuando pienso en cuál será la siguiente entrada para mi blog. Me gusta más mostrar los lugares que esta ciudad guarda y que, por norma general, no se detienen a ver los que vienen a conocerla, como siempre por falta de tiempo.
La Sainte Chapelle

Digamos que me he dejado llevar por el comentario de una persona que hace unos días me dijo que aunque había visitado París en varias ocasiones, no conocía la Sainte Chapelle. Esto me hizo tomar la decisión de hablar de esta magnífica obra de arte en mi siguiente entrada. Es cierto que puede pasar desapercibida y cuando la vemos sobresalir de entre los edificios que la rodean podemos pensar que es una iglesia más de las que ya tiene la ciudad. Pero no es una más, es una capilla palaciega ˗construida dentro de un palacio o castillo˗ que mandó construir el rey Luis IX, llamado también San Luis.

La Sainte Chapelle

La decisión de construir la Sainte Chapelle la toma Luis IX cuando tuvo en su poder la reliquia de la Corona de Espinas, por la que pagó una gran suma de dinero a Balduino II, último emperador de Constantinopla. En 1237, Balduino II viajó por Europa para conseguir aliados que le ayudaran a salvar su imperio y, para financiar los gastos, comprometió la reliquia a un comerciante veneciano, Nicolo Quirino, con la condición de que si pasados cuatro meses el dinero no le era devuelto, la reliquia sería suya. Luis IX consideró este acto como un sacrilegio y tal fue su indignación que mandó a dos monjes dominicos, André y su hermano Jacques, a buscar la reliquia hasta Venecia. Los monjes llegaron a Troyes con la reliquia en un convoy protegido por hombres armados. La fecha y lugar fijados para entregarla al rey fue el 10 de agosto de 1239, en un pequeño pueblo llamado Villeneuve-l'Archevêque. Al día siguiente, Luis IX se dirigió hacia Sens, y durante un día, la reliquia estuvo expuesta en la ciudad antes de partir. Tras ocho días de viaje, navegando río arriba, hicieron su entrada en París el 18 de agosto de 1239, donde fueron recibidos con gran expectación. Al día siguiente, la reliquia fue exhibida de nuevo, esta vez en las afueras de la ciudad, tras lo cual se llevó a cabo una ceremonia en la catedral de Notre-Dame. Finalizada esta, el rey y su hermano se dirigieron al Palacio de La Cité para depositar la reliquia en la capilla de San Nicolás, la antecesora. Entre 1241 y 1242, Luis IX continuó adquiriendo otras reliquias: un trozo de la Santa Cruz, parte de la piedra del Sepulcro, un trozo de la lanza y de la esponja que se utilizó para limpiar el la sangre y el sudor de Jesucristo.
Portal de entrada a la capilla. Primer piso
La Sainte Chapelle

La fecha exacta de la construcción de la capilla no es del todo precisa. Las obras pudieron comenzar entre 1241, cuando Luis IX ya tenía su colección de reliquias, y mayo de 1244, fecha en la que una bula papal hace referencia a los trabajos de la capilla. Para su construcción, primero mandó derribar la capilla de San Nicolás, que había sido fundada durante el reinado de Luis VI (1081-1137). Repasando el libro "Histoire de la Sainte Chapelle Royal du Palais", de Jêrome Sauveur, editado en 1790, me llamó la atención un párrafo en el que el autor menciona no saber dónde estuvieron guardadas las reliquias mientras se llevaron a cabo las obras. En cambio, en una página que encontré buscando información ˗paris-pittoresque.com˗, se relata que fueron depositadas en el Oratorio de la Virgen mientras la capilla era levantada. 
Fachada occidental. Segundo piso
La Sainte Chapelle

La capilla fue construida de acuerdo con los cánones del gótico radiante, estilo que se dio en la arquitectura gótica francesa coincidiendo con el reinado de Luis IX. El término "radiante" viene de los elementos radiales que constituyen los rosetones, característicos de este estilo. ‹‹La luz se convierte en el elemento principal, efecto que se consigue liberando los muros de su función sustentante para colocar vidrieras más grandes muy decoradas y mediante enormes rosetones predominando el color azul oscuro y rojo››. ‹‹Tiene un diseño más estilizado porque los edificios ganan en altura››. La catedral de Beauvais ˗comenzada en 1225˗ y la reconstrucción de la iglesia abacial de Saint-Denis ˗en 1232˗ fueron los primeros edificios en los que se comenzó a representar el estilo gótico radiante, sin embargo la Sainte Chapelle es el ejemplo más claro; los grandes ventanales ocupan casi todo el espacio filtrando la luz a través de las vidrieras de colores. Esta es una muy breve definición del significado de gótico radiante francés que he querido aportar, porque después de haber visitado las suficientes iglesias, catedrales y basílicas góticas en París y otras ciudades de Francia, la Sainte Chapelle se distingue, entre todas, por su elegancia y maravillosa arquitectura, gran colorido en la decoración y la cantidad de luz que traspasa sus vidrieras.
La Sainte Chapelle

Si Luis IX decidió construir la capilla sobre la antigua de San Nicolás fue, entre otras cosas, porque afirmaba que había un vínculo sagrado entre las reliquias y la corona real, también porque la capilla cumplía con una función judicial ˗cuando tenía lugar un pleito entre señores y vasallos había que prestar juramento sobre las reliquias˗ y, por último, porque estando dentro del palacio podía acceder a la capilla alta directamente desde sus apartamentos, a través de la Galerie des Merciers ˗galería de los Merceros˗ que unía ambos edificios.
Imagen de una recreación en 3D de la Sainte Chapelle. En el lado izquierdo de la capilla está recreada la galerie des Merciers


Aunque fue concebida para guardar reliquias y se la menciona como Santuario, la Saint Chapelle no se convirtió en un lugar de peregrinaje. De hecho, no cumple con las características típicas de las iglesias que se construían para tal cometido. Es por ello que se tiende a pensar que lo que realmente pretendía Luis IX era tener un lugar tranquilo para orar, y no tanto un escaparate que exhibir a diario. Es una capilla compuesta en dos niveles: la capilla baja, dedicada a la Virgen y consagrada por el arzobispo de Bourges, Philippe Berruyer; a ella asistían los soldados, la servidumbre del rey y la corte. En la construcción original, esta capilla también tenía vidrieras de colores que, en 1690, fueron retiradas a causa de una inundación. En su lugar colocaron otras sin colores y actualmente no hay ninguna. Fueron sustituidas por dibujos con escenas de la Virgen. Sin embargo, la escalera construida en la fachada sur para acceder a la capilla alta no fue creada originalmente. Se construyó a finales del siglo XV o principios del XVI y fue demolida entre 1849 y 1850.
Capilla baja. Capilla baja. La bóveda está decorada con fondo azul marino y flor de lis de Francia. En las columnas se combinan: el color púrpura con las torres de Castilla ˗por Blanca de Castilla, madre de Luis IX˗ y el color azul marino con la flor de lis.

La Sainte Chapelle

La capilla superior, dedicada a la Santa Corona de Espinas y destinada a la familia real, fue consagrada por el papa Eudes de Châteauroux. Aquí se guardaron las reliquias, en un santuario construido para protegerlas, adornado a los lados con escenas de la Pasión de Cristo. Dos pequeñas escaleras cerradas con llave conducían a ella. Sólo el rey tenía la llave y a menudo subía para abrir los paneles de la capilla delante de la audiencia.
La Sainte Chapelle
Uno de los elementos que más me llama la atención de esta joya de la arquitectura gótica son sus vidrieras. Le confieren un aspecto elegante, atributo por excelencia que se le da a la capilla. Con una sola palabra se define la sencillez, la belleza y la esbeltez que le proporciona la altura de los muros, formados por las propias vidrieras, y la mezcla de colores que pasan a través de ellas. Aparentemente frágil, si la contemplamos desde el interior. Sin embargo, comprobamos que la sostienen nueve pilares que no están visibles y el resto de los apoyos quedan en el exterior para crear más sensación de espacio en el interior. En total 15 vidrieras forman las paredes de la capilla: cuatro grandes en cada lado de la nave, siete más pequeñas en el ábside y el rosetón, que se encuentra en la fachada occidental. Se pueden leer de izquierda a derecha y de abajo a arriba, línea por línea, comenzando la lectura por la primera ventana del lado norte y terminando en el rosetón. La narración comienza con la Creación y termina con la historia de San Luis recibiendo las reliquias de la Pasión. Por último, el rosetón cuenta la historia de la Apocalipsis. En total son 1.113 escenas.

Vidriera que narra la historia del Libro de Judith.

Vidriera de Judith y Job

La aguja que actualmente culmina la Sainte Chapelle no es la original, la que luce ahora es la quinta. De la primera, construida al tiempo que la capilla, se desconoce el motivo de su desaparición. Fue reemplazada por la segunda hacia 1383, de la que igualmente tampoco se sabe por qué desapareció. La tercera se comenzó a construir hacia 1460 y se mantuvo hasta que, entre los años 1634 y 1671, se construyó la cuarta aguja. Esta se mantuvo hasta que en la Revolución Francesa fue demolida, quedando la Santa Chapelle sin aguja hasta mediado el siglo XIX. En 1850 se proyecta la construcción de una nueva aguja diseñada por Lassus, imitando el estilo gótico flamígero del siglo XV. Sobre como diseñarla hubo opiniones enfrentadas. La idea de Lassus era hacer una reconstrucción de la aguja construida en 1671, pero su estilo gótico tardío ya no gustaba tanto. Tampoco le fue posible inspirarse en las versiones anteriores a esta por no se disponer de las representaciones iconográficas necesarias. En conclusión: Lassus construyó ‹su› aguja reconociendo, una vez terminada , que no era una reconstrucción sino una creación.

Aguja de la Sainte Chapelle
El fin de la Sainte Chapelle como gran relicario llegó en 1789 con la Revolución Francesa. Contrariamente a lo que se pueda pensar, las reliquias no fueron profanadas. En cambio, la tribuna fue fundida para obtener los metales preciosos que contenía. Las reliquias fueron confiadas Jean-Baptiste Gobel, obispo constitucional. Se trasladaron a San Denis y en el recorrido del viaje, muchas de ellas desaparecieron sin llegar nunca a esclarecerse las condiciones en que desaparecieron. Entre las reliquias que se salvaron: la Corona de Espinas, que actualmente se encuentra en el tesoro de la catedral de Notre-Dame de París; el camafeo del Triunfo de Germánicus y el busto de Constantino, ambos actualmente en un departamento de la Biblioteca Nacional de Francia; y la "piedra del sepulcro" y la Virgen de marfil, que se encuentran en el departamento de arte del museo del Louvre.
La Sainte Chapelle

Bajo la dirección de Monumentos Históricos, en 1836 se tomó la decisión de llevar a cabo una restauración de la Sainte Chapelle.

Fuente de Los Inocentes

Se encuentra ubicada en el centro de la plaza Joachim-du-Bellay, en el quartier de Les Halles. Es una obra del escultor Jean Goujon y del arquitecto Pierre Lescot. Este monumento renacentista fue creado en 1549, en conmemoración de la entrada solemne del rey Enrique II en París. 
  Fuente de Los Inocentes

Los datos históricos dan testimonio de la existencia, a comienzos del siglo XII, de un cementerio y una iglesia en el espacio que actualmente ocupan la plaza y la fuente. Tras muchas búsquedas, he podido saber que el cementerio de los Inocentes ya era un lugar de culto en la época merovingia (siglos V al VIII) y que su nombre anterior fue el de Cementerio de Champeaux. La iglesia fue construida en 1130 por Luis VI y más tarde agrandada por Luis VII, siendo este último quien la consagró a los Santos Inocentes. El nombre hace referencia al pasaje que se relata en el Evangelio de Mateo (Mt 2, 16-18) sobre "La Matanza de Los Inocentes", pero también podría estar relacionado con el asesinato de un niño judío en el año 1171, en Pontoise, cuyo cuerpo fue enterrado en el cementerio de Los Inocentes.
Fuente de Los Inocentes
La fuente de Los Inocentes reemplazó a otra ya existente que se construyó bajo el reinado de Felipe-Augusto (1165-1223). En el año 1183, el rey adquirió una parte de las aguas que una orden religiosa ya tenía canalizadas y las llevó hasta la zona de Les Halles para construir la fuente. Es la primera fuente de la que se tiene constancia en París. Al mismo tiempo, el rey declaró que la fuente era de libre uso; su distribución, un privilegio real. De esta forma, por primera vez, se hacía valer la utilidad pública del agua. Originalmente la fuente se construyó adosada, en forma de logia, a una casa que estaba unida a la iglesia de Los Inocentes, en el ángulo que forman la rue Saint-Denis y la rue aux Fers, la actual rue Berger. Por entonces, la fuente contaba con sólo tres arcos: uno daba a la rue Saint-Denis, lugar de paso del cortejo real; los otros dos, a la rue aux Fers.

Fuente de Los Inocentes
Conforme a una declaración real, el cementerio de Los Inocentes fue cerrado en 1780 y vaciado seis años más tarde por razones de higiene. Los restos fueron trasladados hasta las antiguas canteras subterráneas de la Tombe-Issoire, las actuales Catacumbas de París. El suelo del cementerio, que se había elevado casi dos metros tras siglos de inhumaciones, se niveló a la altura de las calles que lo rodeaban y sobre él se extendió una gruesa capa de cal viva. Al mismo tiempo, en 1785, la iglesia de Los Santos Inocentes también fue demolida. El cambio en la fisionomía del lugar dejó a la fuente en la esquina noroeste del recinto, aunque no por mucho tiempo. 
La fuente original se componía de tres caras adornadas, cada una de ellas, con cuatro pilastras de orden corintio enmarcando un arco, rematado de un ático y un frontón triangular. Las náyades están insertadas en bajo-relieve entre las pilastras. De la base, sobre la que se apoyaba la fuente, brotaba el agua a través de pequeños mascarones.
Fuente de Los Inocentes

En 1788 fue desmontada, piedra a piedra, para colocarla en el centro del espacio que iba a ser destinado al Mercado de Los Inocentes. Para su reconstrucción, llevada a cabo por Augustin Pajou, fue necesario crear una cuarta cara que le diera la forma cuadrada. Tomó como referencia la estatua de La Paz, de Goujon, que se encuentra en el Louvre, para mantener el mismo orden que las caras originales. Por último, la colocación de las piedras se hizo mezclando algunas antiguas y otras modernas con las que enmascarar la diferencia.
Cuadro que se encuentra en el museo Carnavalet de París. Se titula "El mercado y la fuente de Los Inocentes en 1822.
Fuente de Los Inocentes

El Mercado de Los Inocentes fue cerrado en el año 1858. Un nuevo proyecto de creación de otro mercado muy cerca de allí lo reemplazó, el que conocemos hoy como mercado de Les Halles. El espacio se dividió en dos, una parte se destinó a construir edificios y sobre la otra se creó un jardín en el que la fuente quedó instalada, aunque para ello, de nuevo tuvo que ser desplazada varios metros para dejarla centrada. Este trabajo fue llevado a cabo por el arquitecto Gabriel Davioud, con la variación de un nuevo soporte para la fuente con forma piramidal, dotado de seis cuencas en cada cara por las que baja el agua hasta reposar en un estanque circular.
Fuente de Los Inocentes
Fuente de Los Inocentes

Iglesia de Saint Julien le Pauvre

Iglesia de San Julien le Pauvre

Es una iglesia medieval, considerada como una de las más antiguas de París. Se encuentra en el Barrio Latino, en la calle Saint Julien le Pauvre, junto al jardín René-Viviani, que también recomiendo visitar. El árbol más antiguo de la ciudad, que se haya identificado y datado, está en este jardín. Su nombre científico es "Robinia pseudoacacia", o falsa acacia y tiene 400 años. Procede de Norteamérica y fue plantado en 1601. 
Square René-Viviani.

San Julien le Pauvre, también hace referencia a San Julien el Hospitalario, sobre el que existe una leyenda que da sentido al nombre:
Siendo Julien un joven noble, un día, mientras perseguía a un ciervo, el animal se volvió hacia él y le dijo: "¿Me sigues, cuando tú vas a matar a tu padre y a tu madre?" Para evitar que tal desgracia ocurriera, Julien decidió marchar a tierras lejanas y se puso al servicio de un príncipe. Fue un luchador valiente, armado caballero y el príncipe le ofreció por esposa a una joven viuda, un castillo y una dote. Durante todo este tiempo, sus padres no dejaron de buscarlo, hasta que por fin encontraron el castillo donde vivía con su esposa. Julien había salido de caza y su esposa los acogió con agrado, ofreciéndole su propia alcoba para que descansaran. A la mañana siguiente, cuando regresó al castillo mientras su mujer estaba rezando en la capilla, al entrar en la alcoba descubrió a un hombre y una mujer acostados, a quienes dio muerte creyendo que eran su mujer y un amante. Cuando vio que su esposa regresaba de la iglesia, fue consciente del error que había cometido y abrumado por la pena decidió comenzar su penitencia. Ambos partieron y se instalaron a la orilla de un río donde Julien se hizo barquero, acogiendo a los pobres en un antiguo hospital francés que convirtió en hospicio. Una noche de invierno escuchó una voz que lo llamaba. Era para recoger a un leproso muerto de frio, al que intentó calentar con un buen fuego y después lo acostó en su cama para que descansara. El leproso se levantó resplandeciente y subiendo al cielo le dijo a Julien y a su esposa que Dios había perdonado su pecado y que no tardarían en morir en la paz del Señor.


Bajo-relieve que se encuentra en el nº 42 rue Galande. Representa un episodio de la leyenda. Saint-Julien en el centro, su mujer y un viajero al que ayudan a cruzar el río, van en el barca. El hospicio queda representado por la casita que está detrás.
Saint-Julien le Pauvre

La iglesia actual se construyó a finales del siglo XII, sobre los cimientos de otra cuyos orígenes podrían datar del siglo VI. Según las fuentes que he consultado, es posible que en este siglo ya hubiera fundada una iglesia que fue lugar de acogida de peregrinos y viajeros.
Saint-Julien le Pauvre

En el siglo IX, durante los ataques normandos, la iglesia fue saqueada y sus bienes quedaron en manos de los señores feudales. Enrique I de Francia, que reinó entre 1031 y 1060, ordenó la reconstrucción de la iglesia con la condición de que estuviera a cargo de un clérigo y que éste administrara los ingresos. A comienzos del siglo XII, los beneficios de Saint-Julien estaban compartidos entre el caballero Étienne de Vitry y Hugues de Monteler, que terminaron donando cada uno su parte al priorato cluniacense de Longpont en el año 1125, pasando la iglesia a depender de Longpont. Confirmada la donación por el obispo, los monjes repararon la iglesia y establecieron allí el priorato. La construcción de la iglesia actual fue iniciada por los mismos monjes cluniacenses hacia 1160 y terminada en 1170.
Saint-Julien le Pauvre

Iglesia de Saint-Julien le Pauvre
Imagen de la nave central de Saint-Julienle Pauvre.
En la misma época, una calle que transcurre cerca de la iglesia de Saint-Julien le Pauvre, la rue du Fouarre, era uno de los principales lugares de enseñanza de la Universidad de París. Las clases se impartían en la calle y los alumnos atendían sentados sobre montones de paja. Fueron buenos tiempos para el priorato que llegó a albergar hasta cincuenta monjes. La universidad obtuvo un permiso para que las clases se dieran en el interior, pasando a ser centro docente durante un tramo de la Edad Media.  Durante la Primera Guerra de Religión, 1562-1563, los monjes de Longpont se refugiaron en Saint-Julien le Pauvre. Cuando regresaron al monasterio y la Universidad de París fue trasladada a la montaña de Sainte-Geneviève, la prosperidad de la iglesia y el priorato comenzaron a decaer.
A mediados del siglo XVII, todo el recinto que comprendía el priorato y la iglesia fueron comprados por el Hôtel-Dieu de París, con la finalidad de agrandar el hospital.  En aquella época el hospital se mantenía gracias a las donaciones económicas que recibía. Fue en 1651 cuando, para hacer posible la operación, el cardenal Mazarino ofreció el dinero necesario a los administradores del hospital y una renta vitalicia al prior Pierre Méliand para que abandonara Saint-Julien le Pauvre y poder unirlo al Hôtel-Dieu. La adquisición por parte del hospital se firmó en 1653 y el priorato desapareció como tal. 

Imagen de la nave lateral. Lado sur.


Saint-Julien le Pauvre
Durante la Revolución Francesa (1789) el Hôtel-Dieu continuó activo, pero sus bienes fueron confiscados. En cuanto a la iglesia, en 1790, fue convertida en un almacén para vender sal. En 1805, Saint-Julien volvió a formar parte del hospital, pero se le continuó dando el mismo uso.

Capilla de la nave lateral, lado sur. Imagen de la pila de Bautismo.
Iglesia de Saint-Julien le Pauvre

A partir de 1826, Monseñor de Quélen, le devolvió a la iglesia su condición original. Como capilla del hospital, el culto estaba limitado a oficiar funerales y bautizos. Sin embargo, fue clasificada en la lista de monumentos históricos en 1846, que la salvó de ser demolida. Pero cayó en un periodo de abandono, probablemente debido a que el Hôtel-Dieu fue destruido en 1784, durante el proyecto de urbanismo del barón Haussmann para construir el actual hospital que lleva el mismo nombre.

Saint-Julien le Pauvre
Durante los años 80 del siglo XIX, a través del padre Alexis Kateb, la iglesia fue cedida a la colonia griega-católica-melkita. Se fundó en 1888. En 1900 se colocó un iconostasio, símbolo de las iglesias griegas, tanto católicas como ortodoxas.
Saint-Julien le Pauvre

Cour du Commerce-Saint-André

Entrada al pasaje por el Bulevard St. Germain. 

Cour du Commerce St. Andre
De las tres entradas que tiene el pasaje, la del bulevar Saint-Germain es la que más impresiona. Forma parte de la fachada del edificio y el arco está adornado con dos cariátides, dando un aspecto suntuoso a la entrada. Es un lugar que llama la atención, sobre todo la de los turistas que con la llegada del buen tiempo van animando las terrazas de los cafés y restaurantes, o fijando su atención en las pequeñas tiendas que conservan su antigüedad, convirtiéndolas en verdaderas atracciones. Es un lugar en el que el viejo París sigue estando presente, por eso de que sobrevivió a la mano del barón Haussmann, manteniendo todo su encanto. 

Cour du Commerce St. Andre


Como si el tiempo no hubiera pasado.














Este pasaje, abierto en 1735, se creó para unir la rue de l'Ancienne Comédie con la rue Saint André-des-Arts, formando originalmente un ángulo recto. Es por esta última que el pasaje queda parcialmente cubierto. En 1776 fue prolongado en dirección  al bulevar St. Germain.

Imagen tomada desde la terraza de Le Café Procope.  Al fondo, entrada al pasaje por la rue Saint André des Arts.
Cour du Commerce St. Andre
El pasaje fue construido sobre el foso del muro que levantó el rey Felipe-Augusto entre los años 1200 y 1215 y que fue rellenado hacia 1582, desde la tour de Nesle hasta la Puerta de Saint-Germain. El muro pasaba por la actual rue de l´Ancienne Comedie, donde hay otra entrada al pasaje. 

Cour du Commerce Saint Andre
A la derecha de la imagen, entrada al pasaje por la rue de l´Ancienne Comedie.


El nombre original fue Cour du Commerce, tomado de los numerosos comercios que había en la zona. Posteriormente, se le añadió el nombre de Saint-André, por su proximidad con la iglesia de Saint-André des Artes destruida en 1807 y en cuyo emplazamiento se encuentra hoy la Place de Saint-André des Arts.



Uno de estos establecimientos es Le Procope. La fachada principal se encuentra en el 13 rue de l´Ancienne Comedie y la otra da al pasaje, desde donde también se puede acceder al restaurante.

Entrada al Café Procope por la rue de l´Ancienne Comedie. Este salón está en la segunda planta.
Le Café Procope

Francesco Procopio Dei Coltelli fue un joven siciliano que llegó a París en 1670 y al cambiar su nacionalidad por la francesa, tomó el nombre de François Procope-Couteaux. Comenzó trabajando de camarero en un café armenio en la rue Tournon, no muy lejos de donde después fundaría Le Procope. No tardó mucho en emprender su propio negocio con el que obtuvo un gran éxito, lo que le permitió adquirir un local destinado a baños situado en el lugar que ahora ocupa el Café. Creó un espacio elegante, en cuya decoración abundaban los espejos para dar más sensación de claridad y, en cada una de las salas, las mesas eran de mármol con patas curvas. Nada tenía que ver este entorno con las tabernas de la época, siempre llenas de humo, sucias y con mala reputación. Así fundó en 1686 el Café Le Procope.

Le Procope visto desde el pasaje.
Café Procope
Cuando en 1689, la Comedie Française se instaló en la misma calle, Le Procope comenzó a ser frecuentado por personalidades ilustres de la época, bien pertenecientes al teatro o al público que asistía a las representaciones. De esta manera se convirtió en uno de los cafés literarios más concurridos de París. Escritores, artistas, intelectuales, como Voltaire, Diderot, d’Alembert, Rousseau, Condorcet, se reunían en este café. La leyenda sobre Le Procope cuenta que Diderot y d´Alembert escribieron aquí algunos artículos de la Enciclopedia y que Benjamin Franklin preparó el proyecto de alianza de Luis XVI con la nueva República. En tiempos de la Revolución, el lugar fue frecuentado por los que la defendían. Los miembros del Club des Cordeliers, con Danton y Marat como figuras principales, eran de los más asiduos. El gorro frigio, usado como símbolo de revolución, se exhibió aquí por primera vez, como también aquí se dio la orden de asalto a Las Tullerías el 10 de agosto de 1792.


El restaurante dispone de salas y rincones donde están dispuestas las mesas.
Le Café Procope
En su recién estrenada novela, "Hombres Buenos", Arturo Pérez Reverte escribe una escena que transcurre en Le Procope. Los dos académicos que han viajado a París para adquirir la primera edición de l´Encyclopédie, harán una visita a este café acompañados del abate Bringas.

Hombres buenos, Arturo Pérez Reverte, Ed. Alfaguara, Madrid (2015), pp. 359-363, capítulo 8, Los caballeros del café Procope.


Distribuidor de los distintos salones. Segunda planta.
Le Café Procope

Como final de esta entrada sobre el pasaje, cito algunos sitios de interés:
En el nº 4 del pasaje se pueden ver restos de la muralla.
En el nº 8, Marat imprimió su diario, l'Ami du Peuple (El Amigo del Pueblo)
En el nº 9, vivió de alquiler el doctor Guillotin, promotor de que se utilizara la guillotina para ejecutar a los condenados a muerte.

Georges Jacques DantonLa estatua de Danton que hay en la acera frente a la entrada del pasaje, por el bulevar Saint-Germain, ocupa el emplazamiento del apartamento en el que él vivió a partir de 1789. En su origen el pasaje era más largo, pero con la construcción del Bulevard Saint-Germain fue acortado.

Iglesia de Saint-Germain-des-Prés. Antecedentes





Esta estatua corresponde al rey Childeberto I, rey franco que vivió entre los años 497-558. Se encuentra en el museo del Louvre. Fue uno de los cuatro hijos de Clodoveo I. Al morir éste en el año 511, su reino se dividió entre sus cuatro hijos. Entre otros territorios, Childeberto I heredó la ciudad de París, convirtiéndose en su rey. En el año 524 fallece su hermano Clodomiro, rey de Orleans. Para hacerse con el dominio de este territorio Childeberto degolló a sus sobrinos, asegurándose así ser rey de París y de Orleans.  

Llevó a cabo varias expediciones contra los visigodos en España. En el año 541 mantuvo una guerra con Amalarico, rey visigodo. Sitiaron la ciudad de Zaragoza durante siete semanas y los zaragozanos, para librarse de ellos, salieron en procesión implorando la misericordia divina con el obispo de Zaragoza en cabeza, portando éste la Túnica de SanVicente Mártir que se guardaba en la ciudad. Childeberto, de firme fe cristiana, decidió no luchar contra sus propias creencias religiosas y levantó el sitio. A cambio, en agradecimiento, el obispo le regaló la Túnica como reliquia. De vuelta en París, el obispo Germain y, además consejero de Childeberto, le propuso construir un monasterio para conservar la reliquia y sus tesoros. 


Se construyó una iglesia que fue terminada en el año 558 y consagrada a San Vicente y la Santa Cruz,  el 23 de abril de ese mismo año por el obispo de París.  

París, distrito II

Es un distrito pequeño que se puede recorrer a pie de oeste a este, en unos 20 minutos. Tomamos como punto de partida la Plaza de la Opera Garnier, a la altura de la rue du Quatre-Septembre, por aquello de que es un punto más céntrico. Al llegar a la Place de La Bourse, continuamos por la rue Reaumur, que nos lleva hasta el bulevar de Sebastopol, límite del distrito. En el plano se puede ver que es una línea recta, por lo que creo no tiene más complicación. La rue Reaumur es una de mis calles favoritas y que yo siempre recomiendo visitar.

Edificio de la Bourse.

Caminando por sus calles, también nos encontraremos con numerosos pasajes que merecen una visita, pero siempre recordando que tienen como mínimo dos entradas/salidas a calles diferentes, otros hasta tres, lo que nos puede despistar . Se construyeron a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Los más elegantes se encuentran entre el Palacio Real y los Grandes Bulevares. Son lugares que si de repente los descubres, no puedes evitar entrar y echar un vistazo. Más o menos reformados conservan su antigüedad, dándole un encanto especial y aparentando que el tiempo quedó retenido en su interior.

Pasaje de Los Panoramas

Pasaje de Los Panoramas 
Ayuntamiento del 2 arrondissment
Fachada del Ayuntamiento.


Este edificio, situado en el nº8 de la rue de La Banque, se comenzó a construir a partir de 1848. Curiosamente, antes de que París se dividiera en 20 arrondissments en 1860, fue sede del ayuntamiento del distrito III, cuando la ciudad solo contaba 12 arrondissments.

Rue Réaumur

La rue Réaumur debe su nombre a un científico francés llamado René-Antoine Ferchault de Réaumur. Es una vía principal que se extiende de este a oeste, en la prolongación de la rue de Bretagne, que comienza a la altura del Square du Temple, en el distrito 3 y termina en la Plaza de Bourse.

134 rue Reaumur. Elegante edificio en piedra tallada construido en 1910, frente al Palacio Brongniart, más conocido como Bourse.


El primer tramo de esta calle se creó entre 1854 y 1858, desde la rue du Temple hasta la rue Saint-Denis. El proyecto del segundo tramo se realizó en 1864, que comprendía desde la rue Saint-Denis hasta la rue de Notre-Dame- des-Victoires, pero las obras tuvieron lugar pasados 30 años. Fue inaugurada en 1897 por el Presidente de la República Félix Faure, estando todavía en obras.
La rue Réaumur fue trazada dentro del plan urbanístico del barón Haussmann, en cambio, el diseño de las fachadas no siguen su línea. Un nuevo reglamento de planificación de edificios se puso en marcha en los últimos años del siglo XIX, permitiendo que muchos arquitectos pusieran de manifiesto sus ideas arquitectónicas.



130, rue Réaumur. Edificio destinado a oficinas, construido en piedra tallada en 1898. Está situado en la intersección de la rue Réaumur con la rue Léon-Cladel.

















124, rue Réaumur. Edificio de estilo Art Nouveau, construido en 1904. Entre los años 1944 y 1973, fue la sede del periódico Le Parisien libéré. 







121, rue Réaumur. Edificio en piedra tallada construido en 1900. Se encuentra en la intersección de la rue Réaumur y la rue Notre-Dame-des-Victoires. Llaman la atención sus ventanas en curva.









Es una calle que resulta curiosa de ver. Cuenta con estilos diversos que evocan a la industria y al comercio y donde también está presente el Art Nouveau, movimiento artístico que surgió a finales del siglo XIX.







118, rue Réaumur. Edificio de 1906 construido en piedra tallada, con estructura metálica con gran influencia de Art Nouveau.






97, rue Réaumur. Construido en 1900 en piedra tallada y estructura metálica. Ejemplo de fachada que nos recuerda a una fábrica.